Lo que busco abordar en este post es diferenciar de qué manera podemos administrar nuestro dinero y diferenciar ambas situaciones que se pueden presentar al elaborar nuestro presupuesto.
Defensiva.
Lo que se busca hacer en esta estrategia es el famoso recorte de gastos que no sean necesarios, probablemente tengamos gastos hormiga que no percibamos a simple vista, sin embargo al hacer una suma mensual puede llegar a ser considerable y puede estar afectando directamente a nuestras finanzas. Algunos ejemplos pueden ser cafés diarios, pedir comida a domicilio, ir a restaurantes o uno que otro “gustito” que nos queramos merecer. Con esto no estoy buscando que se erradiquen de raíz, si no evaluar qué tan necesarios son para nuestro presupuesto ya que puede que solo tengamos asignada cierta cantidad a estos “lujos”. La razón principal de este tema es conocer nuestras finanzas y ver a detalle los gastos que hacemos mes a mes, probablemente estemos gastando más de lo que ganamos y no nos hayamos percatado. Tampoco busco hacer un estudio exhaustivo para encontrarlos, a simple vista se puede vaciar un Estado de Cuenta (en caso de contar con tarjetas de crédito o débito) y ver qué gastos estamos teniendo mes con mes. A su vez podemos ir identificando que existan gastos que tengamos y no sean utilizados, por ejemplo nunca compramos nada en línea y aún así estamos pagando una membresía para que tengamos envíos gratuitos o probablemente tengamos un servicio de streaming para utilizarlo sin internet cuando siempre estamos en un lugar que tiene conexión a internet.
Algo importante a considerar es que no se trata de limitarnos en lo mayor posible porque puede llegar un momento en el que tanta desesperación por administrarnos y caigamos en un gasto desmesurado, poniéndolo en una metáfora es como si tuviéramos una dieta demasiada estricta y si tenemos alguna oportunidad nos comeremos una pizza entera, y al final sirvió de poco el estarnos limitando.
Ofensiva.
Lo que se busca dentro de tener una buena ofensiva es el caso opuesto a la defensiva, es buscar aumentar nuestros ingresos para que no solo nos estemos limitando en ciertos gastos, si no por el contrario aumentar ese margen entre ambos. Hoy en día gracias a la tecnología que se ha ido desarrollando es posible poder tener fuentes de ingresos adicionales desde nuestra propia computadora. Al tener esta posibilidad resulta viable poder tener un empleo en el que nos aboquemos en la mayoría de nuestro tiempo, sin embargo algunos ejemplos que podemos aplicar pueden ser: vender productos por internet, grabar cursos de algún tema que nos guste o seamos buenos y venderlos, links de referidos en páginas de internet, ofrecer servicios en páginas para anunciarse, publicidad por internet, etc.
Esto puede ser de utilidad para que se generen los tan famosos “ingresos pasivos” y es recibir una ganancia continua por haber hecho un trabajo una sola vez, de igual forma esto nos permite tener una mayor holgura a nuestro presupuesto y no tener que prescindir de algunos gastos que probablemente no sean necesarios pero es un gusto que queramos tener.