¿Qué es el FOMO?
El FOMO con traducción al español se puede interpretar como “el miedo de perderte algo” y esto está muy presente dentro de nuestras vidas cotidianas debido a la publicidad tan invasiva que ya tenemos en nuestras redes sociales, televisión, espectaculares, etc. Incluso con los colores, diseños, “ofertas” ¿por qué pongo en comillas ofertas? Porque hay ocasiones en las que no es una verdadera oferta, simplemente aumentan el precio para que al aplicar el descuento creamos que en verdad nos estamos ahorrando dinero al comprar. En sí, el FOMO es que sintamos la urgencia de comprar algo porque está barato, esté en MSI (meses sin intereses), el producto esté en un auge o moda y tengamos la necesidad de adquirirlo ahora o nunca. Encima que hoy en día es tan fácil comprar en línea teniendo todo a nuestro alcance en el teléfono móvil incluso hasta la tarjeta de crédito o débito ya precargada para que la compra sea más sencilla e intuitiva.
Regularmente tenemos un presupuesto asignado cada mes y en ocasiones dichos gastos no entran dentro de lo que tenemos planeado. Quiero poner un ejemplo práctico para esta situación: Si compramos un celular porque es nuevo y acaba de salir y existe una oferta de 20% de descuento $10,000.00 menos el descuento $8,000.00 y a 12 MSI, estaríamos “ahorrándonos” $2,000 y encima pagaríamos $666.66 pesos mensuales. Si ya teníamos un celular funcional y no había necesidad de haber adquirido uno nuevo no nos ahorramos nada, al contrario, estaríamos gastando en algo que no necesitábamos y gracias al FOMO hicimos esa compra, por tanto comprometemos nuestro presupuesto mensual y tenemos que reajustar para hacer frente a dicha obligación.
¿Cómo podemos evitar el FOMO?
Primeramente podemos ir estudiando nuestra compra, paulatinamente ir observando como se comportan los precios y ver si en verdad la oferta que estamos analizando tiene un descuento y a su vez observador diferentes opciones en donde lo podemos comprar.
Otra manera de evitarlo es dejar dicho artículo que querramos comprar en el carrito de compras y esperar de dos a tres semanas, si pasa ese tiempo y aún queremos adquirirlo procedamos con la compra, ya que en algunas ocasiones la fiebre es momentánea y al pasar el tiempo va disminuyendo.
Y por último sería analizar la compra que hagamos, en el sentido de que si realmente lo necesitamos, le daríamos utilidad y si nos generaría algo al adquirirlo.
Conclusión
Entiendo que es muy complicado tratar de no caer en el FOMO, pero teniendo metas claras, presupuesto de gastos y sobre todo disciplina financiera se puede sobrellevar de mejor manera. Aunado a que hoy en día el la obsolencia programada hace que nuevos productos acorten la vida de los pasados y no le demos una vida utilitaria suficiente.