Ser totalero es una palabra utilizada en el argot crediticio que quiere decir que el saldo que nos refleje a pagar nuestra tarjeta de crédito sea pagado en su totalidad.
Por lo general los pagos que hacemos durante el mes con una tarjeta de crédito se reflejan a pagar entre 15 a 20 días después de la fecha de corte, teniendo este hábito podremos evitar el pago de intereses por no cubrir el total de la deuda. Dentro de estos pagos también se deberán incluir si es que tenemos alguna deuda por MSI (Meses sin intereses), no digo que se pague el total de la deuda de meses sin intereses si no que se pague lo correspondiente a la mensualidad que corresponda de acuerdo al plazo.
Al no pagar intereses por morosidad estamos teniendo dos cuestiones, la primera tener la mejor tarjeta de crédito, ya que muchas veces al buscar opciones de tarjetas de crédito nos fijamos en cuanto es el CAT (Costo anual total) que incluye todos los comisiones, gastos e intereses que se deberán cubrir al caer en impago. ¿Y por qué tengo la mejor tarjeta de crédito? Porque no gastarás ni un solo peso en el CAT y solo pagarás lo justo.
El segundo punto es que generaremos un historial crediticio óptimo ya que yendo al corriente de nuestros pagos la calificación del buró de crédito aumenta y gracias a esa buena calificación podremos tener acceso a mejores productos financieros, como lo son créditos a tasas preferenciales, tarjetas de crédito con mayores beneficios, créditos hipotecarios y automotrices.
Conclusión.
Ser totalero más que ser una palabra se vuelve un hábito ya que aunque sea un poco complicado por falta de liquidez o por compromisos que tengamos que pagar, es indispensable solo pagar lo justo y así ahorrarnos los pagos de intereses que en algunas ocasiones incrementan de tal manera que equivalen casi al total de la deuda por consiguiente nunca podremos terminar de pagar el capital, si no por el contrario solo estaremos enriqueciendo al banco.