Tercer error que cometemos al tomar decisiones

El punto que quiero considerar que probablemente no sea un absoluto, pero si en casos particulares que sucede, encima de eso que no evaluamos las mejores opciones antes elegir, todo lo opuesto decidimos y después analizamos que hubiese sido mejor. El peso y la trascendencia de la decisión es directamente proporcional a la atención y el tiempo que destinaremos en analizar todas las posibles alternativas que tengamos. Debido a que tiene costo monetario, plazo, consecuencias, resultados esperados que dependiendo la relevancia que tenga tendería a aumentar o disminuir, y así requerirá un escrutinio y mucho esmero al detalle.

Ahora bien, las consecuencias al tomar decisiones pueden ser de todo tipo; monetarias, pérdidas de tiempo, cansancio, cada una repercutirá en nuestro actuar y tan es así que el remordimiento de no haber elegido correctamente puede ser otro factor para considerar post decisión.

Tercer error

El tercer error es tomar en cuenta los costos irrecuperables. Su nombre es claro, ya no se pueden recuperar, sin embargo, le hemos dado mucha trascendencia a dicha situación y en algunos casos determinantes a elegir. Si vamos al cine pagando un boleto caemos en esta conjetura ya que, si no nos gusta la película y decidimos salir de la sala, nos haya gustado o no, la hayamos visto completa o incompleta no rescataremos el costo de la entrada. Debido a esto le estamos dando mayor relevancia al disfrute a cambio de un precio y no debe ser así. O el ejemplo de ir a un buffet y el tan llamado “desquitar lo que voy a pagar” una manera de pensar que impera en los seres humanos, queremos hacer valer cada peso que hayamos gastado para obtener el máximo provecho, retomándonos al principio de “costo beneficio”.

Conclusión

Por más provecho que queramos sacarle a las decisiones que hayamos tomado lo único que queda es de qué manera le atribuimos ese valor, si nos gustó una película va a valer la pena cada peso que gastamos por verla, pero si no, nos arrepentiremos por cada peso que hayamos gastado. Al final lo que gastamos no nos lo van a regresar de ninguna manera así que lo ideal es considerar los costos irrecuperables al tomar una decisión.

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